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martes, 23 de agosto de 2011

El miedo o El espectro del umbral

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El miedo
o
El espectro del umbral
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por William W. Atkinson
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.. Muchos de vosotros habréis leído la novela ocultista de Edward Bulwer Lytton titulada “Zanoni”, y recordaréis al “espectro del umbral”, aquel monstruo aterrante que hacía frente al neófito Glyndon, en la cámara secreta del maestro Mejnour, y del cual Lytton nos dice lo siguiente: «Entre los guardianes del umbral hay uno que soprepasa en odio y malignidad a toda su tribu y que tiene unos ojos que han paralizado aun a los más valientes, incrementando su poder sobre el espíritu, en proporción precisa al terror sentido por éste».
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.. En otro capítulo, Glyndon trata de penetrar los misterios de la cámara secreta y encuentra al horrendo guardián del portal a quien nos describe así: «... la puerta se obscureció con un objeto indistinguible a primera vista, pero que bastó para cambiar misteriosamente en horror indecible el goce que había experimentado antes. Este objeto se diseñó por grados ante su vista. Era una cabeza humana, cubierta con un velo obscuro, por entre el cual relumbraban con brillo infernal unos ojos de fuego que helaban hasta la médula de sus huesos. No se distinguía nada de su rostro, sino esos demoníacos ojos intolerables... Parecía arrastrarse como un enorme reptil deforme, y poniéndose en pie al fin cubrió la mesa que contenía el volumen místico, fijando otra vez sus ojos por entre el denso velo sobre el temerario indagador... Sujetándose éste en estado casi agónico contra la muralla, con los pelos de punta y los ojos desencajados, contempló aun la visión aterradora. Ella habló, y él comprendió sus palabras más bien con el alma que con los oídos. Las palabras fueron éstas: “Has entrado a la región sin límites. Yo soy el Espectro del Umbral”, etc.»
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.. Aquellas personas familiarizadas con los símbolos y las figuras del ocultismo, reconocen en el “espectro del umbral” de Lytton, que el enemigo del progreso del hombre, aquella figura aterrante que está siempre ante las puertas de la libertad, es el miedo. El miedo es el primer y gran enemigo que debe vencer la persona que desea salir de la esclavitud y obtener la libertad. La puerta de la libertad está siempre a la vista, pero el que desea obtenerla, da unos cuantos pasos hacia ella y se amedrenta a la vista del maligno Espectro del umbral, que es el temor. Lytton nos lo ha retratado en su más horripilante forma, porque la palabra no puede describir todo el horror de este monstruo.
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.. El miedo se sitúa siempre en el camino de todo progreso, de todo avance. Es necesario vencerlo. Él es la base de todo fracaso humano; de todas sus penas y de las llamadas “fatalidades”. El miedo de las razas las mantiene cautivas y el miedo individual hace del hombre un esclavo. Sólo cuando el miedo fuere vencido podrán avanzar realmente los individuos y los pueblos. Este enemigo debe ser doblegado para podernos libertar y ello puede hacerlo toda persona que lo encare con calma y energía. Mira al miedo rectamente a los ojos y éstos se bajarán y retractarán ante ti. Afirma el “yo soy” y sabe con toda la energía de tu alma que nadie en el mundo puede injuriar tu Yo verdadero, y el miedo huirá temiendo que tú le doblegues y encadenes, puesto que conoce el poder del Yo consciente. Cuando un hombre permite que el temor entre en su corazón, él atrae hacia sí a todo aquello que teme. El miedo es un imán poderoso que ejerce una atracción irresistible. Además de esto, paraliza las fuerzas y las energías del hombre, impidiéndole hacer lo que le habría resultado fácil de haber estado libre de dicho monstruo.
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.. El hombre obtiene éxitos en proporción al miedo que sea capaz de desafiar. Mostradme un hombre de éxito y yo a mi vez os probaré que aquel hombre ha desafiado y vuelto la espalda al temor.
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.. Toma de ejemplo tu propia vida. ¡Cuántas veces se te habrán ofrecido oportunidades que no has sabido aprovechar, sencillamente porque has temido! Has tenido casi cerca el éxito completo, y en el último momento, cuando el premio estaba tal vez a la vista, has escondido la mano y retrocedido. ¿Por qué? Sencillamente porque el miedo ha entrado en tu corazón y te ha hecho perder la presencia de ánimo. Cuando el microbio del miedo entra al organismo, el cuerpo entero se paraliza.
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.. El miedo es el padre de todo el enjambre de pensamientos negativos que hace permanecer esclava a la humanidad. De su seno nacen la ansiedad, los celos, el odio, malicia, envidia, falta de caridad, intolerancia, condenación, rabia, fanatismo, y un sinnúmero más de defectos pertenecientes a su misma ralea detestable. Tú dudas de esto, pero veamos. Nunca sientes ansiedad por algo, sino cuando le temes; los celos son consecuencia del miedo; el odio está siempre unido al miedo y de él emana. No puedes odiar una cosa que es impotente para herirte. La envidia tiene también allí su origen. El fanatismo, la intolerancia, la vituperación, etc., nacen todos del miedo. La persecución comienza solo cuando se teme al objeto, y un análisis prolijo te demostrará que la rabia tiene su origen en un vago sentimiento de temor a la cosa que la origina. Lo que no se teme, provoca diversión y risa antes que rabia. Analiza íntimamente lo dicho y hallarás que todos estos pensamientos negativos y malsanos tienen una semejanza muy cercana de familia con su padre el miedo, y si te pones en trabajo activo para abolirlo con voluntad, toda su legión de hijos morirá por falta de nutrición.
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.. El miedo ha hipnotizado a las razas humanas durante siglos, y sus efectos han sido tan notables antes igual que ahora. Nosotros nos hemos amamantado con temor en el regazo materno. Aún antes de nacer hemos tenido ya esta maldición sobre nosotros. Ha sido la sugestión continua de nuestra niñez y los infinitos “peros”, “¿no teme usted?”, “qué dirán” y demás frases de temor, han sido nuestros compañeros constantes. ¡Hemos sido enseñados a temer a todo cuanto existe en el universo, sea ello cielo, tierra, río o mar! Los cocos de la niñez y los temores de los hombres son de la misma especie. Se nos ha dicho que los duendes nos cazarán si no hacemos tal o cual cosa. Hacia donde miremos veremos la sugestión del miedo que nos está nutriendo continuamente y toda persona que conozca el poder de la sugestión repetida, podrá comprender el significado inmenso que ella envuelve para la humanidad. Los valientes soldados del Nuevo Pensamiento, la gente que no teme, y todos los pensadores optimistas, hacen cuento pueden para difundir este hilo de agua cristalina de vida, en medio del agua cenagosa y estancada de pesimismo que el mundo se ha empeñado en acumular, y son muchos ya los que se adhieren al delgado hilo; pero aún el charco es enorme. El miedo no ayudará nunca a hacer nada bueno; es un pensamiento negativo que ha ido arrastrando su forma viscosa durante siglos, tratando de engullirse todo aquello que prometía algún bien a la humanidad. El miedo es el mayor enemigo del progreso, y el enemigo jurado de la libertad. El grito “¡Tengo miedo!” se ha oído siempre y solo cuando un hombre o mujer o un grupo de ambos se han atrevido a burlarse de él en su cara, se ha hecho un descubrimiento audaz que ha traído como consecuencia un paso de progreso en la marcha de la humanidad. Dejad que alguien quiera inculcar una idea o teoría nueva en beneficio del mundo para adelantar en cualquier plan razonable; que quiera enseñar la verdad en una forma nueva que salga del camino trillado, y le veréis ensordecido por gritos de protesta, disgusto y adversión, cachorros todos hijos del miedo, que despiertan un eco formidable de gruñidos en toda la jauría de tímidos a su alcance. ¡El miedo es la maldición de la raza!
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.. El sér que se deja dominar por el temor es un verdadero esclavo, y ha de recordarse que jamás ha existido un amo más cruel. Según sea la proporción de temor que embargue al individuo, así será la altura de lodo que impida su marcha hacia el éxito, y la parte más triste y al mismo tiempo cómica del asunto, es que en todo momento tiene el hombre el poder suficiente para reaccionar y librarse de este amo comedido, dándole un revés en pleno rostro que le haga huir despavoridamente.
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.. El hombre es lo mismo que un elefante muy joven que aún no ha reconocido su fuerza. Cuando comprende lo que es, cuál es su sitio en el universo y llega a la convicción de que nada puede herirle, desaparece el temor y se divorcia de él para siempre. Antes de que llegue a este grado, el miedo irá perdiendo su influencia, en relación con el reconocimiento del individuo con la verdad anteriormente mencionada.
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.. No sólo en el caso de avance mental o espiritual debe el hombre desterrar el temor, sino en el avance de la vida diaria. Cuando el hombre comprenda que el miedo es una especie de fuego fatuo, o espantapájaros de fabricación casera, en lugar el monstruo fiero imaginario que coartaba sus energías, andará rectamente hacia él y lo arrancará del poste donde había sido colocado para asustarle. Verá que las cosas que ocurren, nunca son tan malas como las que se temen; que el miedo es una cosa peor que la cosa por la cual se temía; que así como la anticipación de algo deseado es mayor que la realidad, así también la anticipación de una cosa temida es peor que la realidad de ella; que la mayoría de las cosas temidas no llegan a suceder, y, en fin, que si ellas vienen, los acontecimientos se rodearán de modo que el hecho pueda soportarse mejor que como se temía. Dios no solo templa el viento para la oveja esquilada, sino que templa a la oveja esquilada para el viento.
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.. También se convence el hombre de que el temor hacia alguna cosa le hace atraerla, mientras que una actitud mental confiada, disipa al fin las dificultades. Job decía: «Todo aquello que temo viene hacia mí».
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.. Alguien ha dicho y yo lo repetía siempre: «No hay nada de qué temer sino al mismo miedo»; pues bien; hoy voy aun más lejos y digo: no hay razón para temer ni aun al miedo, porque a pesar de su apariencia externa aterradora, su construcción es muy endeble. Es solo hojalata que asemeja hierro, y unos cuantos remezones lo abollarán completamente. Es un fraude; un perro amarillo que imita al león; mírale de frente, ríete de él en su propio rostro y no te dejes intimidar por su forma engañosa, pues él se bamboleará si lo manejas con coraje y confianza. Todos los pensamientos negativos son alfeñiques comparados con los pensamientos contrarios positivos. ¿Quieres saber cómo librarte del miedo? Escucha: no hagas caso de su presencia y mantén ante ti y contigo siempre ideales de valor y confianza. Confianza en el gran plan del cual eres una parte. Confianza en tu fuerza como una parte del Todo. Confianza en el trabajo de la Ley y en tu habilidad para trabajar de acuerdo con ella. Confianza en tu destino. Confianza en tu reconocimiento en la Realidad del Todo y la ilusión de la separación. Valor y confianza nacida del reconocimiento de la Ley de Atracción y del poder de la fuerza del Pensamiento. Valor y confianza, en fin, en tu conocimiento de que siempre los pensamientos positivos y vencen y dominan a los negativos.
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.. Muchos dicen frecuentemente que los principios del Nuevo Pensamiento no están a su alcance, que no pueden comprenderlos y que necesitan algo que sea práctico para el uso de la vida diaria. Pues bien; he aquí ese algo para dichas personas: la teoría de abolir el miedo hará de ellas gente nueva, dándoles una paz mental de la cual jamás han tenido antes la menor idea. Les hará gozar de dulce sueño después de las horas de labor; de una mente tranquila en las horas de trabajo, y como su marcha será más equilibrada y rítmica, evitarán con ello la fricción, y la confianza les hará estimar casa cosa en su justo valor. A medida que esto ocurra, se irán haciendo hombres mejores y se prepararán para la comprensión de verdades cada vez más elevadas.
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.. Tú, estudiante, que estás en el portal de la «Cámara secreta», deseando penetrar en ella con el fin de obtener la sabiduría, la libertad y el poder, no desmayes a la vista del «Espectro del Umbral». Él está allí únicamente de ocasión; ríete de él en su rostro; mírale en los ojos y te convencerás de que es una verdadera patraña. Hazlo a un lado y entra directamente al templo de la sabiduría. Después de éste hay otros aun que también pasarás a su turno. Deja el espectro imaginario para los tímidos mortales que tienen miedo a las ánimas. Un corazón débil jamás ha conquistado a una mujer hermosa ni nada digno en este mundo. La suerte con todos sus bienes es el patrimonio de los valientes. Haz a un lado tu grito de “no puedo” o tu ridículo “tengo miedo”, y dí, en cambio, con firmeza: “¡Yo quiero y yo puedo!”, entrando de lleno al campo de la verdad. El espectro del umbral desaparecerá de tu camino, puesto que solo ha existido en tu mente.
.. «La Ley del Nuevo Pensamiento».
.. Véase también: 
La Ley de atracción.
Los pensamientos son cosas.

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